miércoles, 16 de mayo de 2007

La complejidad humana


Estando ya a mediados de mayo, es lógico que la gente te pregunte por selectividad: si estas nerviosa, si ya sabes que vas a estudiar, si terminas pronto selectividad... ya sabéis. La verdad es que de momento estoy bastante tranquila, tal vez porque no necesito una nota media muy alta. Pero, quien sabe, quizá dentro de una semana esté muy agobiada y ladré a todo aquel que ronde mi cuarto. Aun así no os penséis que no me preocupa la selectividad; tal vez no tanto como a otros, pero claro que me preocupa. Sobre todo el tema de las correcciones. Como no te dejan ver tu examen y reclamar resulta bastante difícil, nunca sabes como te van a corregir. Y aquí es cuando me asaltan las dudas, "a este profesor le gusta que haga las cosas así" o " a tal otro no le importa que esto se lo planteé de tal modo, ¿pero en selectividad también podré hacerlo así?" Hasta que hace poco me di cuenta de que no lograba nada preocupándome por esto, ya que no depende de mi como o quien me corrija el examen, nada iba a cambiar por más que le diese vueltas al asunto.

Pensando en esto me vino a la mente la facilidad que tenemos los seres humanos (unos más que otros) para complicarnos la vida y sacarle tres pies al gato; y recordé un proverbio que dice algo así como "si un problema tiene solución, no te preocupes; y si no lo tiene ¿para qué preocuparse?". Cuando lo oí por primera vez no lo entendía, no le veía la lógica por más que lo intentase: si una problema tiene solución, habrá que preocuparse en buscarla y si no lo tiene, ¿cómo no voy a preocuparme?, aquí es cuando más debes preocuparte, porque tienes un problema para el que no hay solución.

Con el tiempo me he dado cuenta de que además de ser muy lógico, si hiciésemos caso a este proverbio nos evitaríamos mucho estres. Si algo no depende de ti, si tú no puedes hacer nada para arreglar una situación, si no tiene solución, no malgastes tu tiempo y energía en intentar solucionarlo porque nunca lo conseguirás, nunca llegaras a nada. Es mejor centrarse en algo que si se pueda solucionar, en algo en lo que tus esfuerzos van a merecer la pena y van a dar sus frutos. Suficiente compleja es ya la vida, suficiente estres nos impone ya la sociedad todos los días como para que nos compliquemos más nosotros mismos con cosas que no tienen solución y con las que nunca conseguiremos nada. Es algo bastante razonable, ¿verdad? Pues aunque parezca mentira todos nos obsesionamos alguna vez con algo que no puede arreglarse y le damos una vuelta y otra y otra...

Son seres realmente complejos estos humanos...

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